lunes, 10 de noviembre de 2008

El trato para el husky

El Husky es todo actividad. Le gusta mucho correr y trabajar, y es un acompañante ideal para realizar carreras de fondo, excursiones a la montaña o la práctica de deportes de nieve. También, si usted practica la bicicleta le seguirá corriendo a su lado. Y, naturalmente, si se trata de tirar del trineo está en su ambiente.

El enorme entusiasmo con que los Husky esperan la salida antes de una carrera de trineos, ayuda a explicar cómo se sentirá si no mantiene una actividad física adecuada.



¿Cuanto ejercicio físico necesita realizar un Husky?- Globalmente, es posible estimar las horas diarias que precisa pasar con su perro al aire libre, Tendrá que salir con él varias veces y el perro tiene que poder moverse de verdad al menos en una ocasión.

El Husky que no se cansa es muy travieso, revuelve el jardín a su gusto o cambia de lugar algunas cosas del piso. Si tiene un jardín lo suficientemente grande y vallado, puede «invitar» regularmente a un perro que sepa amigable para que ambos correteen por la hierba. Así, apaciguará algo su enorme vitalidad.



En caso de que su Husky se escape...- Un gran acierto es identificar a su perro mediante un microchip. Pida información al veterinario, ya que en algunos lugares es hasta obligatorio. Además, procu¬re que lleve en el collar -o en un estuche adjunto- su número de teléfono.

En caso de que su Husky escape, informe a la Asociación Protectora de Animales más próxima, al veterinario, a la policía local y al servicio municipal o provincial correspondiente.

Comuníquelo a las personas del vecindario, Busque a su perro en bicicleta, llamándolo y silbando reiteradamente. Deje, en el lugar donde desapareció, una de sus prendas con unas golosinas encima, ya que a menudo los perros vuelven al sitio desde donde se escaparon. Si no encuentra a su Husky, ponga un anuncio en el periódico local con los datos precisos y, a su vez, consúltelo a diario por si alguien anuncia que se lo ha encontrado.



El trato adecuado para el husky siberiano



¿Es apropiada la perrera para el Husky?- El habitat idóneo del Husky es en plena naturaleza. Por eso, lo natural de esta raza es tenerla en libertad al aire libre.

La peculiaridad de su pelaje hace que, para protegerse en el invierno, sólo necesite una sencilla caseta con algo de paja. Por eso, para esta especie es perfectamente válido tener a varios perros juntos en una misma perrera; eso sí, ha de ser lo bastante grande como para que puedan moverse con soltura, se les ofrezca la actividad adecuada y se les preste suficiente atención. Sin embargo, nunca se debería tener a un único perro en la perrera. El Husky se sentiría muy solo y, si no está habituado, quizá manifieste tener pánico.



Un Husky solo- En principio, el Husky no debe dejarse solo durante mucho tiempo. Tiene que acostumbrarle, poco a poco y sistemáticamente (Adiestramiento, página 44), a que se quede solo durante cortos periodos de tiempo. Hay algunos Husky que de ningún modo soportan estar solos, y por eso la mayoría de las veces esto tampoco funciona. Si se les deja solos por algu¬na causa, se ponen a aullar o, incluso, puede que se dediquen a causar algún destrozo en la casa.

En estos casos, tiene que modificar su forma de vida de modo que el perro esté siempre cerca de usted; o, en caso contrario, buscar a alguien que lo cuide durante su ausencia. Esto acarrea enormes gastos durante años, y algunas limitaciones personales.

En estos casos, un segundo perro puede facilitar las cosas enormemente. Si este perro también es un Husky, puede incluso pensar en comprarse más adelante un trineo y practicar este apasionante deporte en contacto con la naturaleza. La mayoría de los «musher» comenzaron teniendo un Husky familiar. Pero pronto les picó el gusanillo por los Husky y hoy día tienen cuatro, seis o más perros. Y participan con gran afición en carreras de arrastre de trineos.



Jugar juntos- Un factor determinante en el desarrollo de los Husky es el juego. Mediante la actividad física entrenan el corazón y los músculos, y fortalecen el cuerpo entero. Además, jugar con los congéneres le relaciona con los que considera sus iguales y sienta las bases de su comportamiento social.


Por un lado, jugar con «sus» seres humanos sirve para establecer una estrecha relación; por otro, el perro aprende a respetar al ser humano, siempre que no se le permita mordisquear partes del cuerpo o de la ropa. Tiene que destacar su papel de compañero superior llevando la iniciativa e invitándole a jugar, pero también rechazando algunas de las invitaciones que le haga. Usted decide cuándo termina el juego, a menos que el perro haya desistido con anterioridad.

Durante el juego del perro con los niños, asegúrese de que éstos no estén siempre bajo sus patas. En los juegos de fuerza, como por ejemplo tirar de una toalla vieja, organícelos de tal modo que de vez en cuando sea usted también el «ganador» que se lleva lo que el perro considera la «presa». Dado su matiz, estos juegos no son muy apropiados para que los practiquen los niños.

Los juegos adecuados para los niños son, por ejemplo, los de carreras, los de pelota o los del escondite. Los juegos del escondite consistirán en ocultar golosinas o algún juguete favorito en un lugar, con el objetivo de que el perro lo busque. Mientras se esconde el objeto, se retira el perro a una habitación. Luego, se le saca, se le lleva hasta el lugar del juego y se le Indica que «busque». Después, se le hacen cumplidos elogios. Pronto se dará cuenta de qué trata el juego y participará muy gustoso. Muy divertido, también para muchos perros, es realizar una pequeña carrera de obstáculos por el jardín de la casa o en el campo. No obstante, este tipo de juego requiere un mayor esfuerzo físico y cierta habilidad.

© El husky siberiano